¿No sabes lo que es un ciclo de vida? Te cuento una experiencia.
Un día, en una de mis clases con un grupo de 2º de Bachillerato, propuse una actividad: «Vamos a diseñar una encuesta sobre el uso de la IA en el instituto». Parecía una buena idea.
Los tres grupos que habíamos formado tardaron muchos minutos en arrancar y, conforme pasaba la clase, notaba que las preguntas eran dispersas, inconexas. No había un foco y el proyecto no iba hacia ningún lado. Mi sensación interna fue la que todo profesor teme: «esto no está funcionando».
Podría haberles echado la bronca, haberles increpado por no esforzarse, por vagos… Pero la realidad es que hacían lo que podían con lo que tenían. Y ahí me di cuenta de algo. El problema no eran ellos. El problema era que yo no les había aclarado el objetivo ni había elaborado una planificación. Faltaba un mapa: el ciclo de vida.
Diagnóstico: Construir sin planos
Lo que nos pasaba era simple: estábamos intentando construir la casa (la encuesta) sin tener los planos (el diseño) y sin saber para qué era (nuestro objetivo).
Queríamos correr antes de saber siquiera a dónde íbamos. Y este es el error número uno que cometemos en casi cualquier proyecto: en un trabajo de historia, al planificar un viaje de fin de curso, al crear un negocio o, sí, al hacer una simple encuesta.
Necesitábamos un método. Un mapa universal que sirviera para CUALQUIER proyecto. Vamos a descubrir que existe un ciclo de vida universal, un mapa que describe cómo nace, crece y evoluciona cualquier producto, ya sea la silla en la que te sientas, la app que usas en tu móvil o el libro que lees.
El mapa universal para crear… cualquier cosa: el ciclo de vida
¿Te has parado a pensar qué tienen en común la construcción de una silla, la creación de una aplicación para el móvil y la escritura de una novela? A primera vista, casi nada. Unos usan madera, otros código y otros palabras. Sin embargo, el proceso mental para pasar de la «nada» a «algo» es, en esencia, idéntico.
Existe un ciclo de vida universal para cualquier creación. Entenderlo te ayudará a enfrentarte a cualquier proyecto, sea cual sea, sin miedo. Es un mapa sencillo de 5 fases. Un GPS para no perdernos. Cualquier proyecto complejo, desde organizar un viaje de fin de curso hasta diseñar un videojuego, atraviesa estas cinco fases.
🎯 Fase 1: DEFINIR (¿Qué demonios estamos haciendo?)
Antes de ponerse a hacer nada, paramos y nos preguntamos: ¿Qué problema real queremos solucionar? Todo empieza aquí. Es el momento en que se identifica una necesidad, un problema o una oportunidad.
- «No hay una forma fácil de repartir los gastos del viaje».
 - «Esta silla no es cómoda para estudiar».
 - «Tengo una idea genial para una historia de misterio».
 - «Educar en buenas prácticas para el uso de la IA en un IES»
 
En esta fase es importante redactar una serie de ‘requisitos’, cosas que queremos conseguir, de la forma más explícita y detallada posible. Estos ‘requisitos’ serán la base de todo, por eso es muy importante pensarlos y acotarlos bien.
🧠 Fase 2: DISEÑAR (Hagamos los planos)
Una idea no es un plan. Aquí es donde nos sentamos a pensar de verdad.
Para ello, lo primero que hacemos es trocear el gran problema («crear la app») en partes más pequeñas y manejables («gestionar usuarios», «registrar gastos», «calcular totales»). No podemos abordar el monstruo entero de golpe.
Una vez dividido, creamos un modelo simplificado de la solución: un esquema de los capítulos, un boceto de la silla o un diagrama de las pantallas de la app (lo que se conoce como wireframe). En este plano ignoramos los detalles superficiales (el color exacto del botón, el diálogo preciso del capítulo 3) y nos centramos en la estructura fundamental: ¿qué va primero? ¿cómo se conecta A con B? ¿la estructura es sólida?
En nuestro caso, abordar «Educar en el uso de la IA a la comunidad educativa» es una cuestión demasiado grande. Es como intentar comerse un elefante de un bocado. Si despiezamos ese gran problema en partes más pequeñas y manejables, nos encontramos:
- ¿Cómo saber cuánto se usa, si produce miedo? ¿Se sabe cómo funciona? ¿Se conocen los perjuicios que conlleva su uso?
 - ¿A quién vamos educar? ¿A otros alumnos? ¿A profesores? ¿A las familias?
 - ¿Cómo vamos a educar?
- Primero necesitaremos aprender e informarnos
 - Después idear herramientas de divulgación, quizá un podcast, una clase, etc.
 
 
De esta forma emos troceado un problema inabordable en problemas pequeños que sí podemos resolver. Dentro de estas partes en las que hemos descompuesto nuestro problema, elegimos las que pretendemos abordar y podemos seguir descomponiéndolas hasta que todo quede lo mas claro posible.
Ahora, para cada parte identificada, no reinventamos la rueda. Tratamos de buscar cómo se han resuelto situaciones similares y elaboramos un plan de acción detallado.
🛠️ Fase 3: CONSTRUIR (¡Ahora sí, manos a la obra!)
Con el plano detallado en la mano, empieza la «obra». Esta fase consiste en ejecutar la secuencia de pasos que hemos definido en nuestro plan.
Es el trabajo duro y metódico: cortar la madera, escribir el código de cada función, redactar la novela capítulo a capítulo siguiendo el esquema. Si el plano está bien hecho, esta fase es laboriosa, pero no caótica.
Además, cada parte puede trabajarse simultáneamente si hay un buen equipo. Por ejemplo, unos pueden dedicarse a elaborar una encuesta para conocer cómo se usa la IA por el alumnado, otros por el profesorado, otros si las familias conocen las implicaciones del uso de la IA. Mientras, también se puede ir estudiando cómo hacer un buen uso, preparando material para informar, etc.
🧪 Fase 4: PROBAR (¿Esto funciona de verdad?)
¿Terminamos? ¡Casi! Antes de nada hay que probar que todo funciona correctamente, que lo que hemos conseguido realmente resuelve lo que nos habíamos planteado. Para ello probamos nuestro propio producto. Por ejemplo, para la encuesta, se la pasamos a otro grupo que puede detectar que la pregunta 3 no se entiende, que otra tiene faltas de ortografía…
En definitiva, buscamos activamente los fallos y errores en nuestro propio trabajo para poder corregirlos antes de que el problema fuera más grande.
🚀 Fase 5: LANZAR Y MEJORAR (El ciclo vuelve a empezar)
De nada sirve crear algo si no llega a su destino. Esta fase es el «estreno»: la silla se pone en la tienda, la app se sube al store de aplicaciones o el libro se envía a la imprenta y a las librerías, la encuesta se publica…
Pero claro, ningún producto está «terminado» del todo cuando se lanza. Aquí es donde recopilamos datos, recogemos opiniones, corregimos errores (bugs en el software, erratas en el libro) y pensamos en futuras mejoras (una versión 2.0 de la app, un nuevo acabado para la silla, o incluso la secuela de la novela).
Descubrimos que esto no es una línea recta. Es un círculo. Siempre se puede mejorar.
🤔 ¿Y qué hemos hecho sin darnos cuenta?
- En la Fase 1 trabajamos la empatía y el pensamiento crítico para detectar necesidades que se repiten, para identificar problemas recurrentes a los que poner solución.
 - Usamos un razonamiento coherente para que la idea de la Fase 1 se viera descompuesta en tareas más asumibles (Fase 2).
 - Creamos modelos simplificados para centrarnos en lo esencial (Fase 2).
 - Seguramente buscamos soluciones que ya existían para problemas parecidos, para no reinventar la rueda (por ejemplo, cómo se han resuelto los pagos en otras apps).
 - Definimos una planificación, es decir, una secuencia de pasos ordenada (un plan de proyecto) para construir el producto (Fase 3).
 
En definitiva, al seguir un ciclo de vida nos aseguramos afrontar con mayor probabilidad de éxito cualquier proyecto. Pero también nos ayuda a desarrollar habilidades totalmente útiles para cualquier persona y en cualquier ámbito.
¡Aplícatelo!


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