En el artículo anterior descubrimos que un algoritmo es la receta precisa que diseñamos para resolver un problema. Es el plano de nuestra solución. Ahora bien, ¿cómo dibujamos ese plano? ¿Cómo escribimos esa receta de una forma que sea clara y universal, antes de traducirla a un lenguaje de programación concreto?
Para ello, los programadores utilizamos herramientas de diseño como el pseudocódigo y los ordinogramas o diagramas de flujo.
¿Qué es el pseudocódigo? ✍️
El pseudocódigo (del inglés pseudo-code o «código falso») es una forma de describir un algoritmo utilizando una mezcla de lenguaje natural con algunas convenciones de los lenguajes de programación.
Imagina que es un idioma intermedio: no es tan informal y ambiguo como el lenguaje humano («luego, añade los huevos»), pero tampoco es tan estricto y formal como un lenguaje de programación (que exigiría puntos y comas, paréntesis y una sintaxis perfecta).
Su principal objetivo es que el programador pueda concentrarse en la lógica del algoritmo sin preocuparse por las reglas sintácticas de un lenguaje de programación específico.
Veamos un ejemplo muy sencillo. Queremos crear un algoritmo que salude a un usuario por su nombre. En pseudocódigo, podríamos escribirlo así:
Proceso SaludarUsuario
    Escribir "¿Cómo te llamas?"
    Leer nombre_usuario
    Escribir "Hola, " + nombre_usuario
FinProceso
Como puedes ver, es perfectamente legible para cualquier persona, pero ya introduce conceptos que usaremos al programar, como Escribir (mostrar un mensaje) y Leer (recibir un dato).
Ventajas de usar pseudocódigo ✨
- Claridad y legibilidad: Ayuda a que tanto tú como otros programadores entendáis la lógica de una solución de un vistazo.
 - Facilita el diseño: Te permite estructurar tus ideas y detectar errores lógicos en una fase temprana, ahorrando mucho tiempo de depuración posterior.
 - Es un puente hacia la codificación: Una vez que tienes un algoritmo bien definido en pseudocódigo, traducirlo a Java, Python o cualquier otro lenguaje es un proceso mucho más directo y mecánico.
 
No hay un conjunto de reglas estrictas y universales para escribir pseudocódigo. Lo importante es ser consistente y claro, de modo que la lógica del algoritmo quede representada sin ambigüedad.
Una alternativa visual: los ordinogramas o diagramas de flujo 🗺️
Otra herramienta muy utilizada para representar algoritmos son los ordinogramas o diagramas de flujo. A diferencia del pseudocódigo, que usa texto, un ordinograma utiliza símbolos gráficos para representar los pasos y las decisiones de un algoritmo.
Cada símbolo tiene un significado específico:

- Óvalos: Indican el inicio y el final del algoritmo.
 - Rectángulos: Representan un proceso o una acción (ej: 
sumar = a + b). - Rombos: Se usan para las decisiones o condiciones (ej: 
¿es mayor de edad?). - Paralelogramos: Indican la entrada o salida de datos (ej: 
Leer nombre_usuario). - Flechas: Conectan los símbolos y muestran el flujo de ejecución.
 

Estos diagramas son excelentes para visualizar algoritmos sencillos y para entender el flujo de control de un programa. Sin embargo, para algoritmos muy complejos, pueden volverse grandes y difíciles de manejar, siendo el pseudocódigo una opción más práctica.
Conclusión
Tanto el pseudocódigo como los ordinogramas son herramientas de diseño, no de ejecución. Su propósito no es ser compilados por una máquina, sino servir como un mapa claro y preciso para el programador.
Dominar el arte de expresar tus soluciones en pseudocódigo te convertirá en un programador más eficiente y ordenado. Es el paso previo indispensable antes de sumergirse en el mundo de la sintaxis de un lenguaje de programación.
Ahora que ya sabemos cómo planificar y representar nuestros algoritmos, en la siguiente entrada empezaremos a explorar los ladrillos con los que construiremos nuestras soluciones: las variables y los tipos de datos.
¡Seguimos!


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