Ya hemos recorrido un buen trecho. Aprendimos a descomponer un problema gigante en trozos pequeños y a reconocer patrones para encontrar atajos. Ahora toca dar el siguiente paso, que consiste en simplificar esos trozos para poder trabajar con ellos sin volvernos locos: la abstracción. Para entenderla, piensa en el mapa del metro de cualquier gran…
